14 de septiembre de 2015

PREMONICIONES


El historiador Suetonio contaba que el emperador Vitelio dejó morir de hambre a su madre Sextinia con el fin de cumplir una predicción formulada por una mujer de la tribu de los chatti. Esta predicción le garantizaba un largo y próspero reinado si sobrevivía a la anciana.

El bandido Jesse James (1847-1882) soñaba que veía que un amigo le mataría por la espalda. En 1882, con su banda reducida por muertes, arrestos y abandonos, Jesse se quedó sólo con dos hombres de confianza; los hermanos Charley y Bob Ford, hermanos de la novia de otro de los miembros del clan.

Uno de los hermanos, Charly, ya había participado en otras ocasiones en los actos delictivos de la banda, pero Bob era inexperto. Lo que si tenía era una especie de manía persecutoria.

Jesse le pidió a ambos que se instalaran en su casa de Sanint Joseph para asegurarse protección ante lo que pudiera pasar. Lo que él no sabía es que los hermanos habían llegado a un acuerdo con el gobernador de Misuri, para capturarlo. Para ello les ofreció a los hermanos diez mil dólares por la cabeza de Jesse

El 3 de abril de 1882, Jesse James y los hermanos Ford entraron en el salón de la casa. Antes de sentarse, Jesse vio que uno de los cuadros de la pared estaba torcido, y se subió a una silla, para ponerlo recto. Bob aprovechó que Jesse estaba totalmente desarmado para dispararle en la nuca.

Antes de convertirse en un escritor famoso, cuando sólo se le conocía por el nombre de Sam Clemens (1835-1919) y más tarde por el Mark Twain, trabajó como aprendiz de piloto en un barco de vapor, el Pennsylvania, que recorría el río Misisipi.  Su hermano menor, Henry, trabajaba como administrativo en el mismo barco.

En una ocasión Twain fue a visitar a su hermana a San Luis y, mientras estaba allí, tuvo un sueño: vio un ataúd metálico apoyado en dos sillas, y dentro de él a su hermano, que llevaba sobre el pecho un ramo de flores blancas con una rosa roja en medio.

Cuando se reincorporó al trabajo, tuvo una discusión con el jefe del Pennsylvania y lo trasladaron a otro barco, el Lacey. Cuando Twain llegó a Greenville (Misisipi) se enteró de que el Pennsylvania había explotado frente a Menphis, muriendo ciento cincuenta personas.

Su hermano Henry, tenía graves quemaduras, y después de seis días murió. Agotado Twain, se quedó profundamente dormido. Cuando despertó, se habían llevado el cadáver de su hermano. Fue a buscarlo y lo encontró como lo había visto en el sueño.

Henry se encontraba en un ataúd de metal apoyado en dos sillas. Pero faltaba un detalle; las flores. Mientras miraba, una señora entró en la habitación con un ramo de flores blancas y una rosa roja en el centro, lo dejó sobre el cuerpo de Henry y se fue.

Según cuenta la leyenda, Calcas era un respetado adivino griego del siglo XII a. C. Había actuado durante la guerra de Troya, aconsejando la construcción del Caballo de Troya. Un día que se encontraba plantando unas viñas en su propiedad, un vecino le pronostico que no viviría lo suficiente para beber el vino de aquellas viñas.

Cuando el vino estuvo listo, Calcas invito al vecino que repitió su premonición, lo que provocó un ataque de risa a Calcas que, incapaz de reprimir las carcajadas, murió ahogado allí mismo. Según otra leyenda, murió de pena, al fallar un pronóstico sobre el número de cochinillos que compondrían una camada de una cerda y ese fracaso le supuso ser desbancado por Mapso como mejor adivino de Grecia.

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