-Roberto de Hauteville o Roberto Guiscardo, hijo de Tancredo
de Hauteville (c. 1015-1085), fue un aventurero normando, nacido cerca de
Coutances, en Normandía, y uno de los protagonistas de la conquista normanda de
Italia Meridional. Roberto de Hauteville o Roberto Guiscardo, hijo de Tancredo
de Hauteville (c. 1015-1085), fue un aventurero normando, nacido cerca de
Coutances, en Normandía, y uno de los protagonistas de la conquista normanda de
Italia Meridional.
-Nicolás II de nombre secular Gerhard de Borgoña fue el papa
n.º 155 de la Iglesia católica de 1059 a 1061.
Roberto Guiscardo prometió fidelidad al Papa Nicolás II, diciéndole:
“Yo Roberto, por la gracia de Dios y de la Sede Apostólica
duque de Apulia y Calabria, y con auxilio de ambos futuro duque de Sicilia,
seré fiel desde esta hora a la Sede Romana y a ti, mi señor, el papa Nicolás.
Nunca tomaré parte en un consejo o acción por los que tú
puedas perder la vida o miembro o puedas quedar prisionero. Nunca daré a
conocer a sabiendas, en tu perjuicio, un plan que tú me hubieras confiado y
mandado tener secreto.
Siempre auxiliaré a la Iglesia Romana para mantenerla y para
recobrar los derechos y rentas de San Pedro. Yo te auxiliaré para que conserves
segura y honrosamente el Pontificado Romano, el territorio y Principado de San Pedro;
nunca procuraré arrebatar o conquistar dominios o saquearlos, sin tu segura
aprobación y la de tus sucesores; fuera del territorio que tú o tus sucesores
me permitiréis conquistar.
Quiero pagar leal y seguramente cada año el tributo para la
Iglesia Romana del territorio de San Pedro que ahora poseo o poseeré con el
tiempo. Todas las iglesias que están en mis dominios te las entregaré con todas
sus propiedades y quiero ser su defensor, como tu leal vasallo.
Y si tú o tus sucesores morís antes que yo, quiero ayudad,
en cuando los cardenales de buenas ideas, los clérigos romanos, y los legos me
lo pidan, para que sea elegido un papa y reciba la consagración que honra a San
Pedro.
Todas esas cosas las guardaré fielmente a ti y a la Iglesia
Romana y a tus sucesores legítimos, en cuanto me confirmen en los feudos que
por ti me han sido dados; así Dios me ayude y su santo Evangelio”.