LA ALIMENTACIÓN DEL PANDA GIGANTE

 

El panda gigante suele pasar el día sentado, tranquilo y solo, descansando sobre sus patas traseras. Nació carnívoro, pero rechaza la carne y solo quiere alimentarse de bambú.

Una de las causas por la que se encuentra en peligro de extinción es culpa de su monodieta, el bambú es muy bajo en nutrientes, además está incapacitado para digerir la celulosa. Así que casi todo el alimento digerido sale del cuerpo sin haber sido casi aprovechado, proporcionando las mínimas calorías para un animal, que, en estado salvaje, puede llegar a pesar 136 kilos.

El panda se pasa unas 16 horas al día sentado, partiendo y masticando kilos de bambú. Su temperamento tranquilo tiene mucho que ver con el bajo nivel de azúcar que tiene en la sangre. Casi no tiene energía ni para aparearse y cuando lo consigue, la hembra solo puede alimentar a un osezno, a pesar de que la mayoría de veces nacen gemelos. Con ese ritmo de reproducción tan lento la población de pandas gigantes es muy vulnerable a las amenazas externas.

La pérdida de su hábitat es la mayor amenaza, seguida de la caza furtiva. Debido a su afición por el bambú, el panda tiene que vivir donde este abunde y actualmente solo se encuentra en 20 áreas aisladas de bosque en el suroeste de China, todas ellas protegidas por el gobierno chino con la ayuda de las asociaciones conservacionistas con WWF.