Si alguna vez
Si alguna vez alguien llegara a la puerta de tu vida
Y en sus ojos vieras o en sus actos sintieras
Que puedes confiar en él,
Aún luego del temor a lo desconocido,
O aún después del tedio de conocerlo,
Déjalo entrar.
Si alguna vez alguien conocido se parara frente a las puertas de tu corazón
Y al mirar sus ojos vieras
Un brillo que nunca antes habías visto,
Tan luego de la impresión de conocerlo
O el tedio de haberlo conocido,
Déjalo entrar.
Si alguna vez has pensado que el amor no pudiera sorprenderte ya
Y aún luego de haberte sorprendido,
De ese amor hubieres salido vencido,
Permítete amar,
El amor no está vencido
Y querrá sorprenderte igual.
Si alguna vez imaginaste tu soledad viendo allí tu destino,
Mientras te esfuerces en seguir imaginándola,
Ese al fin será.
Si alguna vez has rehusado enamorarte para no herirte ya nunca más,
Con cada amor que dejas pasar,
Una herida profunda y perpetua a tu alma harás.
La duda, la duda y el resentimiento te invadirá.
Si alguna vez el amor te inmovilizó
Y finalmente te dejaste estar,
Busca en el bolsillo del saco de tu alma la llave de tu libertad
Y entrégate vital al amor que todo lo puede y todo lo da.
Si alguna vez el fantasma de la decepción hiciera nido en tu mente,
Múdate al corazón,
Allí está la felicidad.
Si alguna vez pensaras que cerrando los ojos dejará de existir el mar,
Piensa
Al abrirlos, todo estará igual.
Mantén tus ojos abiertos y pon la esperanza en tus labios,
Una sonrisa en tu cara habrá
Y si entregas tu corazón y el amor en ti se vuelve a instalar,
Cuando al fin estés con él,
Donde había un mar un cause de camelias habrá.
Si alguna vez has pensado que puedes resignar el placer de lo sentido y de lo vivido,
Y el recuerdo y el olvido,
Y una estrella del cielo o un cisne en un lago escondido
La poesía del viento y las lágrimas y la risa y tu dolor en el pecho
Y hasta tu estómago retorcido,
Y la voz de él diciéndote y sus manos acariciándote,
Y la alegría de su risa,
Y los colores que a través de sus ojos se dejan ver.
Y unas gotas de lluvia en tu cara y la mano de él que seca tus lágrimas,
Y un abrazo desde el alma y su presencia que sin decir nada te acompaña
Y su respiración en tu pecho y el sabor de unos labios
Y la belleza de morir enredados
Si alguna vez has pensado que todo esto lo tienes vedado,
Piensa en ti.
No busques la perfección en lo imperfecto,
Ni el olvido en lo perpetuo...
Busca el amor y deja que sea.
Marcelo D. Ferrer