CALENDARIO MAYA

El tiempo para los mayas era cíclico, como el movimiento de los astros, y lo medían en base a un doble calendario. Uno, llamado “Haba” era solar de 365 días; y otro ritual, conocido por “Tzokin”, de 260 días.

El primero se dividía en 18 meses de 20 días más 5 días sobrantes y sin nombre, y el segundo, en 13 semanas de 20 días. Este gobernaba la vida de cada persona, las actividades rituales y cotidianas. Era la base para establecer el horóscopo, la guerra, el matrimonio, etc. Ambos coincidían cada 52 años.

Para registrar acontecimientos que escapaban a este ciclo crearon un sistema llamado “Cuenta Larga”, que les permitía fijar fechas en los calendarios anteriores.

Calcularon con exactitud equinoccios y solsticios, eclipses solares, lunares, dieron nombre a las constelaciones y fijaron un ciclo lunar y de Venus.

En base al día o “kin” (la unidad del tiempo) fijaron el “Kantún”, que abarcaba 7.200 días; el “pictun”, que comprendía 2.880.000; el “calabtun”, de 57.600.000; el “kinchilitun”, 1.152.000.000; y el “alautun” o máximo periodo, de 23.040.000.000 días. La fecha inicial para fijar este cómputo corresponde al 13 de agosto de 3144 a. C. del calendario gregoriano.

Concebían la vida como una rueda que giraba. Los acontecimientos se repetían periódicamente en los Kantunes, de ahí las profecías kantúncas, que anunciaban lo que iba a suceder en el kantún siguiente.