26 de septiembre de 2015

HANS VAN MEERGEREN, EL FALSIFICADOR


Antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, aparecieron en el mercado varios cuadros con la firma del pintor holandés Jan Vermeer (1632-1675), entre ellas se encontraba “La cena de Emaús”, obra inspirada en la homónima de Caravaggio, que un museo de Róterdam compró por doscientos setenta mil dólares. Su supuesto descubridor fue Hans van Meergeren (1884-1947), un pintor vulgar y corriente.

Durante la guerra, la fama de las nuevas obras de Vermeer que iban apareciendo se expandió por toda Europa. El líder nazi Hermann Goering compró una por ochocientos cincuenta mil dólares, que envío a Berlín.

Acabada la guerra, el cuadro fue devuelto a Holanda y, después de investigar su origen, Meergeren fue encarcelado acusado de vender un Vermeer a los enemigos alemanes. Agobiado confesó que ese cuadro, igual que otros muchos, eran falsificaciones suyas. Los expertos, que fueron llamados a declarar en el juicio en calidad de peritos, afirmaron que aquellos cuadros eran verdaderos.

Al final, para probar que él había sido el autor, a Meergeren sólo le quedó pedir la venia al tribunal y pintar ante testigos un nuevo Vermeer. Entre julio y diciembre de 1945, en presencia de testigos y reporteros, Meergeren pintó su última falsificación: “Jesús entre los doctores”, también conocido como “El Joven Cristo en el templo”. Esta falsificación se vendió después por tres mil florines (unos siete mil dólares actuales). Este cuadro hoy se encuentra en la iglesia de Johannesburgo.

Meergeren fue condenado a dos años de prisión por falsificación. Siempre se negó a descubrir su secreto de cómo envejecía los lienzos, como obtenía los mismos pigmentos que usaba Vermeer, como disolvía las tintas viejas, como sometía al hrno la tela para conseguir el craquelado utilizado en el siglo XVII, como pegaba al lienzo pelos de comadreja sacados de los pinceles de la época, etc.

En 1947, Meegeren murió de un ataque al corazón en la cárcel.

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