CAMEL

 

En 1913, la compañía tabacalera R. J. Reynolds, de Carolina del Norte, preparó una campaña publicitaria para lanzar al mercado una nueva marca de cigarrillos. En ese momento los nombres exóticos estaban de moda, así que Richard Joshua Reynolds (1850-1918), eligió la palabra Camel, para el diseño de la cajetilla de cigarrillos.

Para ello, aprovecharon que el circo Barnum & Bailey estaba de paso por la ciudad para tomar unas fotografías de un camello para ilustrar el paquete.

Como no encontraron un camello se tuvieron que conformar con un gran dromedario, llamado Old joe. El fotógrafo R. C. Haberken fue el encargado de hacer las fotografías. El problema llegó cuando el dromedario no quiso colaborar, giraba la cabeza constantemente para ver la cámara que lo enfocaba.

El gerente del circo se vio obligado a tirar con fuerza de las riendas, hasta que Old Joe levantó la cabeza muy enfadado. Ese fue el momento que eligió el fotógrafo para inmortalizar al dromedario. Esa pose fue la que quedó como símbolo de los cigarrillos Camel.