SIMBOLOGÍA DEL JADE

 

Su simbolismo adquiere una gran importancia y riqueza entre los pueblos del lejano Oriente, en particular para los chinos. Para ellos, el jade es similar en su significación al oro. Lo relacionan, además, con el principio activo “yang” y representaría la fuerza que emana de la energía del cosmos inmenso; todo lo vital se encontraría en dependencia de esta piedra llamada jade.

Por los general, y en ello coinciden la mayoría de los simbolistas, el jade tiene un significado que lo relaciona con todas aquellas virtudes que se le atribuían al cosmos desde tiempos inmemoriales. Se ha llegado a identificar a esta piedra preciosa con la función sintetizadora de cinco virtudes: pureza, invariabilidad, brillante, equilibrio y benevolencia.

Los sacerdotes aztecas y mayas ofrecían a las diferentes deidades de su particular Olimpo ciertos sacrificios rituales que se caracterizaban por la proporción de polvo de jade que contenía el agua de sus ofrendas. De ahí que el jade aparezca relacionado con la significación emblemática del agua de lluvia necesaria para dar vida a las plantas y a todos los seres orgánicos, por esa razón, al jade se le asocia también con la energía presente en todo lo que nace y se desarrolla.