EL MISTERIOSO KASPAR HAUSEN

 

El 26 de mayo de 1828 un zapatero de Núremberg, Alemania, llamado Georg Weichman, encontró en la calle a un extraño chico perdido, semidesnudo y salvaje, que solo sabía decir dos frases: no entiendo y quiero ser soldado como mi padre.

Conocido el caso, enseguida empezaron a abundar las especulaciones sobre el origen del chico, al que llamaron Kaspar Hauser. El muchacho no sabía leer, ni escribir, ni siquiera utilizar los cubiertos o conocer el nombre de los alimentos, por lo que pensaron que era un deficiente profundo.

En medio año, aprendió a hablar y en quince semanas seguía las normas principales de educación. Cuando ganó en expresividad, contó que había vivido siempre en una pequeña habitación, en la que no entraba el sol ni la luz. También les explicó que su cuidador le llevaba pan y agua para alimentarlo.

Conocido en Europa, el burgomaestre de Núremberg encargó su educación al profesor Friedrich Daumer. Lord Stanhope lo adoptó oficialmente.

Cuando todavía se buscaba su procedencia, el 14 de diciembre de 1833, cinco años después de su aparición, fue encontrado muerto por apuñalamiento en un parque nevado, donde solo encontraron sus huellas en la nieve. No se sabe cómo y por qué fue asesinado.