HISTORIAS DEL PAPA JULIO II

 

El Papa Julio II era famoso por su valor y por dirigir a sus tropas en la batalla. Antes de la batalla se colocaba una coraza dorada y se situaba en primera línea. Después de la llamada conjura de los Pazzi, Juliano della Rovere (Julio II) fue nombrado por el Papa negociador en la guerra entre Florencia y los Estados de la iglesia. Más tarde, fue nombrado consejero en la guerra que hacía años se había desatado entre Nápoles y Roma. Della Rovere se unió a las tropas de Carlos VIII de Francia en su lucha contra Nápoles. Después de la muerte de Pío III, Juliano della Rovere fue elegido Papa y consagrado el 26 de noviembre de 1503. En 1506 volvió a ponerse al mando de las tropas para recuperar las ciudades de Bolonia y Perugia. Le apodaban el papa guerrero o el Terrible.

Julio II no solo fue soldado sino también un mecenas de las artes. Encargó a Bramante la construcción de una nueva basílica en San Pedro y que debía ser “un templo tan grande como ningún otro existiera”. El 18 de abril de 1506 se puso la primera piedra y la última, veinte pontificados más tarde. Miguel Ángel fue el encargado de pintar los frescos de la Capilla Sixtina y Rafael los apartamentos pontificios. Cada mañana, Julio II asomaba la cabeza y preguntaba a gritos: -¿Cuándo estará acabada?, mientras Miguel Ángel contestaba: -Cuando esté acabada, Su Alteza Serenísima.

En 1510, Martin Lutero visitó Roma cuando descubrió el lujo y los excesos que se vivían en la corte del papa Julio II. A su regreso y decepcionado con lo que vio, Lutero decidió crean una iglesia cismática en Alemania y los países escandinavos.