666

 

El autor del Apocalipsis o Libro de la Revelación (según la tradición, san Juan) menciona el número 666, simbolizando un monstruo de siete cabezas y diez cuernos, que era la representación del Anticristo.

Esta cifra, conocida como el nombre de Número de la Bestia, pasó a ser considerada por los ocultistas como el demonio. Durante mucho tiempo ha sido interpretada como una referencia al emperador Nerón, como forma de evitar el peligro de nombrarlo a él, por el miedo que se le tenía.

A lo largo de la historia de la teología católica se han dado distintas interpretaciones al 666. El teólogo Pedro Bungo escribió un tratado de setecientas páginas en el que intentaba demostrar que el 666 era un criptograma del nombre de Martín Lutero. El matemático protestante Stifel creía ver el número una referencia al papa león X. Y dedujo que el fin del mundo ocurriría en el año 1533. Otros teólogos creían entender en el 666 una alusión profética, entre otros, a Calígula, Mahoma, Hitler, Napoleón…

Parece ser que estudios posteriores descubrieron en el Nuevo Testamento, que el verdadero número de la Bestia es el 616 y no el 666.