EL RETO DE JHON HAMPTON

John Hampton, un fanático de la teoría que afirma que la Tierra es plana, se atrevió a retar al mundo en 1879:

Dijo: “Apuesto quinientas libras a que nadie puede demostrar que la Tierra es redonda; quien acepte este reto pagará la misma cantidad si no puede demostrarlo”.

Uno de los naturalistas más importantes de la época, Alfred Russel Wallace, aceptó la apuesta. Sus graves problemas económicos le obligaron a aceptar el reto.

Hampton pedía como prueba enseñar un río, un lago o un canal. Wallace preparó la prueba sobre un canal rectilíneo, en el que colocó unos marcadores, a la misma altura, sobre los tres puentes que lo cruzaban a intervalos de 4,8 kilómetros cada uno. Después, visto desde un telescopio, el marcador del centro parecería más alto.

El notario de Hampton declaró que los tres marcadores estaban perfectamente alineados, el notario de Wallace declaró que el del centro parecía más alto. La discusión entre ambos se alargó hasta que Hampton tuvo problemas con la justicia, por otros temas, y fue encarcelado.

Wallace no pudo cobrar las quinientas libras y, además, tuvo que hacerse cargo de los costes del reto, porque Hampton se declaró en quiebra.