AMANTES SUPERDOTADOS-2

 

Gabriel D’Annunzio (1863-1938), aventurero, escritor, estadista y “Casanova” de la Italia de su época. Tuvo romances con casi todas las bellezas del momento, por ejemplo con Maria Hardouin di Gallese, su esposa. Elvira Leoni, las condesas Eleonora Duse, la marquesa Alessandra Carlotti di Rudini y la pianista Luisa Bàccara. Además, D’Annunzio tenía una personalidad muy peculiar. Tenía la costumbre de dormir apoyando su cabeza en una almohada rellena de mechones de pelo cortados a sus amantes o la de servir vino en una copa hecha con el cráneo de una chica que, parece ser, se había suicidado por él. Según él mismo contó, su secreto afrodisíaco era la estrictina, que tomaba antes de cada aventura. También afirmaba que más de mil maridos lo odiaban.

Catalina II La Grande (1729-1796), esposa de Pedro III y zarina de todas las Rusias después de destronar a su marido, mantenía unas seis relaciones sexuales al día. Cuando se casó no parecía tan activa, según parece se mantuvo virgen los ocho primeros años de su matrimonio, debido a la fimosis que impedía a su marido mantener relaciones sexuales. Luego se espabiló. Tenía veinte amantes oficiales (en algunos momentos de su vida fueron ochenta). Entre sus amantes se encontraban: el príncipe Sergio Saltikov, Estanislao Augusto Poniatovski (futuro rey de Polonia gracias a ella), Gregorio Orlof, Waseltchikov, Gregorio Potemkin… Entre relación y relación también practicaba el voyeurismo. Cuentan que su médico personal, Rogerson, y su alcahueta privada, madame Protas, probaban personalmente a sus amantes antes de recomendarlos a la reina.

Charles Dickens (1812-1870) compartió casa con su esposa, Kate Hogarth y las dos hermanas de ella, Mary y Georgina, con quienes parece ser que mantuvo relaciones. Su verdadero amor fue la actriz Ellen Teman. Como curiosidad, Dickens, solo podía dormir su colocaba la cabecera de la cama orientada hacia el norte y se tumbaba exactamente en el centro de la cama.

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