9 de marzo de 2022

EL SAPO Y LA SALUD

 

El sapo se ha utilizado desde la antigüedad para curar o aliviar diversos problemas de salud.

Cuentan que colocarse un sapo atado con un pañuelo contra la mejilla es muy eficaz para calmar el dolor de muelas. Esta creencia tiene su origen en la Edad Media. Esta creencia tiene una base científica.

Resulta que la piel del sapo, en especial la del abdomen, segrega una substancia muy parecida a la adrenalina y la noradrenalina, que son vasoconstrictoras, y al colocar el sapo se produce la vasoconstricción, reduciendo el hinchazón que comprime el nervio y es lo que produce el dolor de muelas.

También se usa el sapo como neutralizador de mordeduras de serpientes, la disentería, la cojera en los caballos, en las heridas infectadas de los animales, para provocar lluvia, etcétera.

Cuentan que en los Valles Calchaquíes, en Chile, las brujas utilizaban los sapos para hacer el mal en las personas. También en Chile, concretamente en el Chaco, se hervían los sapos y más tarde esa agua se bebía, este remedio se usaba contra el asma. Para combatir las hemorroides se los freía en aceite.

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