14 de marzo de 2022

MADAME DE D'AULNOY EN EL CASTILLO DE BUITRAGO DE LOZOYA

 

Marie-Catherine le Jumelle de Barnerville, Baronesa D’Aulnoy, conocida como Madame D'aulnoy, (1651-1705) fue una escritora francesa, además de ser conocida por sus cuentos de hadas, también lo es por su relato del viaje a España, escrito en 1679.

Sobre el Castillo de Buitrago de Lozoya, en Madrid, escribió:

“Me pareció su construcción semejante a la del castillo de Lerma, pero algo más pequeño todo él y más agradable. Hallé dos habitaciones mejor dispuestas y adornadas con muebles muy ricos y notables, no solo por su antigüedad, sino también por su magnificencia. Este castillo pertenece a D. Rodrigo de Silva y Mendoza, duque de Pastrana y del Infantado. Su madre se llama Doña Catalina de Mendoza y Sandoval, y es heredera de los ducados del Infantado y de Lerma.

Desciende por línea recta de Ruy Gómez de Silva, que fue por gracia del rey Felipe II duque del Infantado y de Éboli. La princesa de cuya hermosura tanto se habló era su esposa, y el rey estaba muy prendado de ella. Me enseñaron su retrato, que debe ser obra de un buen pintor, y que la representa del tamaño natural, sentada bajo un pabellón sostenido por unas ramas de árbol; parece que acaba de levantarse, pues viste solo una fina camisa que no cubre todo su cuerpo, dejando bellas formas desnudas.

Si fue la princesa tan hermosa como aquel retrato, debe tenérsela por la más agradable mujer. Tan vivos y animados están sus ojos, que parecen realidad y no pintura. Tiene la garganta, los brazos y las piernas desnudos; su abundante cabellera cae sobre su pecho, y multitud de amorcillos que revolotean en todo el cuadro, se afanan por servirla; unos le sostienen el pie para calzarle unos chapines, otros adornan su cabellera con flores, y hay uno que le representa un espejo. Más lejos se descubren varios preparando flechas y recogiéndolas dentro de un carcax o probándolas en el arco.

A través de las ramas un fauno la mira; ella lo advierte y le muestra sonriendo un Cupido que, apoyado sobre sus rodillas, gimotea como si tuviera miedo. Todo el adorno es de plata cincelada y dorada en muchas partes. Permanecí mucho tiempo contemplando tanta riqueza con extremado placer”.

0 comentarios :