AMANTES SUPERDOTADOS

El rey Carol II de Rumania (1893-1953) fue, según cuentan los cronistas de la época, un verdadero gimnasta sexual. Decían que debido al tamaño tan enorme de su pene era necesario ampliar quirúrgicamente la vagina de sus amantes, si no lo hacían, las señoras corrían el riesgo de roturas en el perineo.

Giacomo Casanova (1725-1798) decía que el secreto de haber tenido miles de amantes era su resistencia física, su fogosidad se debía a que cada mañana desayunaba cincuenta ostras. El truco que utilizaba para no dejar embarazadas a sus amantes era introducir una canica de oro de 60 gramos en la vagina de todas ellas.

El gánster John Herbert Dillinger fue acribillado en 1934 por agentes del FBI. Durante la autopsia uno de los forenses le cortó el pene y lo guardó como reliquia. El motivo para hacer eso fue el descomunal tamaño del órgano, 50 centímetros.

El rey Fernando VII (1784-1833) tenía el pene tan enorme que aconsejaron a la reina María Cristina que tomara medidas preventivas. La reina por consejo del médico interponía una almohadilla agujereada a la entrada de su vagina.

El general chino Chang Chung Chang (1880-1935), fue conocido por las amantes que tuvo en la corte mnachú de la China de principios del siglo XX. Era conocido por el general de las tres piernas y por Chang, cañón del setenta y dos.

Se cuenta que Napoleón Bonaparte (1769-1821) fue un amante muy activo. Dicen que cuando hacía el amor con Josefina, los gritos y jadeos de la pareja asustaban a todo el palacio. Josefina confesó en una ocasión que a Napoleón le gustaba el sexo veloz y furioso. El éxtasis de la pareja era tal que, en su noche de bodas, el perro de Josefina, creyendo que Napoleón hacía daño a su ama, se abalanzó contra él y le mordió.