HISTORIA DEL QUESO

Existen documentos en Egipto que prueban que consumían queso. En la tumba de Ipy, en Tebas, aparecen pinturas de egipcios fabricando queso. En Abydos en la tumba de Aha, se encontraron jarrones de forma cilíndrica que en su interior contenían una sustancia, que resultó ser queso o mantequilla.

En la Antigua Grecia también lo conocían y los llamaban "fornos",  Lo consumían con pasas, harina, almendras, aceite de oliva o miel.

En la Antigua Roma era un alimento que se consumía cada día, y lo fabricaban como se hace hoy en día, de forma artesanal, y algunos de ellos los condimentaban con especias y pimienta. Plinio el Viejo dedica en su Historia Natural, todo un capítulo a describir la variedad de quesos consumidos por los romanos. El preferido por la mayoría de los romanos era el de cabra.

Plinio decía que los mejores eran los que procedían de Nimes (Francia). Los de los Apeninos y los Andes tenían muchísimas variedades. Plinio prefería los de Bitinia (actual Turquía).

En el Rig-Veda (himnos sagrados de los pueblos de la India, se habla de la elaboración del queso. También se habla en el tercer libro de Manu (primer ser humano en la mitología hindú). En un friso sumerio se demuestra que este pueblo elaboraba queso en el tercer milenio antes de Cristo.

Citesia, médico griego de la corte de Nínive, cuenta que los panoteos, antiguo pueblo de grandes orejas que vivían en la orilla de un río sagrado, ya lo fabricaban como ofrenda a los dioses.

Cuenta una leyenda árabe o egipcia (hay dudas) que un mercader que se iba de viaje almacenó leche en unos odres hechos de tripas de cordero. Al ir a beberla, la leche se había cuajado en una masa medio líquida en la que nadaba un líquido blanco, el suero. De esta forma dicen que nació el queso.

Hay muchas leyendas sobre el queso como la del pastor riego Aristeo, hijo de la ninfa Cirene y del dios Apolo, al que dio a conocer el centauro Cirón el técnica de fabricar queso.

Otras leyendas señalan a Amaltea, nodriza de Zeus, que al dar de mamar al dios dejaba gotear la leche que se convertía en queso. Esto provocó la leyenda de la Vía Láctea.