1 de abril de 2014

OFRENDAS A LOS DIOSES EN LA INDIA


Las ofrendas a los dioses en la India puede hacerse en cualquier parte, pero la mayoría de personas acude a los templos. La ceremonia en el templo incluye bañar a la deidad con aceites, yogur o leche, después se la adorna con ropas nuevas y joyas. Ante ellas se coloca arroz con leche.

La última parte del rito, en la llamada “hora del darshana” (visión). En ella se encienden lamparitas de incienso ante la imagen y se mueve de forma circular. El sacerdote ofrece la lámpara a los devotos, y estos recogen el humo sagrado con las manos y se lo acercan a los ojos, esto es un símbolo de luz y entendimiento.

El sacerdote marca con ceniza sagrada (vibhûti) la frente de los devotos. Después les ofrece “El prasâda”, que es una comida bendecida para que se la comen y se la lleven a casa para los familiares que no han podido asistir a la ceremonia. “El prasâda” está considerado como portador de grandes cualidades espirituales, da paz, cura enfermedades, es el remedio y el elixir para el espíritu. Para solicitar algún favor concreto invocan a “Ârchana”, al que le hacen ofrendas y rezos.

Se puede asistir al templo a cualquier hora y se puede estar el tiempo que se quiera. Se tiene que entrar descalzo y la vestimenta debe ser tradicional: las mujeres, “sârî” o “salvar kamîz”, los hombres, “kurtâ pâjâmâ” o “dhotî”. Los practicantes suelen tocar las campanas para indicar a los dioses su llegada.

En los templos hindúes reina la alegría, el bullicio, los ruidos, la comida. Nadie se ofende ni se molesta porque la gente corra o grite en el lugar. Los templos en la India no tienen nada que ver con el recogimiento de las iglesias cristianas, ni la seriedad de una mezquita, o de cualquier religión. Los hindúes tienen total libertad para el acercamiento a sus divinidades.

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