21 de abril de 2014

PRIMEROS PASOS DE LEONARDO DA VINCI


Leonardo, Leonardo di ser Piero da  Vinci, nació el 15 de abril de 1452, en un pequeño pueblo llamado Vinci, en la Toscana. Era el hijo ilegitimo de un notario muy respetado de la localidad, Piero Fruosino di Antonio da Vinci, y de una joven campesina, Caterina. El padre pertenecía a una familia adinerada y por esa razón no se casó con su madre, si se hizo cargo de él, lo acogió y lo crió en su casa. Poco después de su nacimiento, los padres contrajeron matrimonio con otros cónyuges. Su padre se casó cuatro veces más, de esos matrimonios de su padre tuvo once hermanastros.

La educación de Leonardo no fue demasiado buena, puede que a causa de ser ilegítimo. Era zurdo, y se cree que por eso no tuvo un maestro que lo corrigiese, en ese tiempo se consideraba un grave defecto. Cuentan que su infancia transcurrió al aire libre, disfrutando de la naturaleza.

De nuevo por el problema de su ilegitimad, no podía seguir los pasos de su padre y convertirse en notario. Al darse cuenta de su gran talento artístico, con ayuda de su padre, ingresó, en 1469, en uno de los talleres más importantes de Florencia, el del artista Andrea Verrocchio, que fue el maestro de grandes artistas como Domenico Ghirlandaio (maestro de Miguel Ángel), Pietro Perugino (maestro de Rafael), o Sandro Boticelli. Allí aprendió las técnicas de la escultura, la orfebrería y la pintura. También adquirió formación en arquitectura e ingeniería.

El taller de Verrocchio se recibió el encargo de coronar la linterna de la cúpula de la catedral de Florencia. Este trabajo supuso una ilusión increíble para Leonardo que contaba en ese momento con 18 años. Ese mismo año realizó su primer trabajo pictórico, ayudo a su maestro pintando uno de los ángeles del cuadro, en el Bautismo de Cristo. Hizo un trabajo impecable, introduciendo el movimiento en las figuras.

El maestro se vio superado por su alumno, por la maravillosa aportación que hizo a la pintura. Se hizo evidente que Verrocchio ya tenía poco que enseñarle a Leonardo, ya podía emprender proyectos por su cuenta.

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