LA HORMIGA SERAFINA Y UNA NAVIDAD DIFERENTE
Había una vez una hormiga llamada Serafina que era muy trabajadora y vivía con miles de hormiguitas que eran su familia. Ella quería saber cómo podría llevar más granos para que en invierno no les faltase el alimento. Muchas hormigas estaban enfermas y pensaban que podían morir de frío. Además ninguna Navidad había sido feliz ni habían comido panetón y chocolate.
Serafina quería cambiar la situación y por ello pensó durante horas y decidió reunir a las demás y les dijo: “Ya sé cómo podemos reunir más granos; pero debéis confiar en mí”. Más tarde les enseñó cómo y desde ese día todas las navidades fueron distintas. Cada Navidad fue mejor que la anterior a partir de ese momento.
Para lograrlo Serafina les había dicho que la unión hace la fuerza y que si trabajaban en equipo todo era posible. Entonces pensaron en buscar otros lugares en la búsqueda de comida. Por suerte, encontraron una casa nueva en la que vivían una familia de personas que eran gorditos y comían mucho. En esa casa sobraba mucha comida y las hormigas podían recoger mucho alimento. Lo mejor de todo es que al no trabajar en equipo no sabían que esa familia llevaba muchos años viviendo en el vecindario, por lo que podían comer de fábula desde hace años.
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