LA CORRUPCIÓN DE FRANCISCO DE SANDOVAL Y ROJAS

 

Francisco de Sandoval y Rojas, duque de Lerma (1552-1623) es conocido como valido del rey español Felipe III. Se caracterizó por su inmoralidad y corrupción, protagonizando estafas y toda clase de malversaciones del erario público, subidas de impuestos fraudulentas, nepotismos y ventas de cargos públicos, gracias a estas maldades amasó una inmensa riqueza personal.

Tuvo la pericia financiera de comprar a la baja los inmuebles de media ciudad de Valladolid y luego conseguir que el rey trasladase la corte a esta ciudad, con lo que los nobles tuvieron que recomprar sus antiguas casas a un precio aumentado. En algunas ocasiones, esos nobles, para satisfacer su deuda con el valido le pagaron con sus propiedades en Madrid.

Cinco años después, el duque de Lerma convenció al rey de la conveniencia de que la corte regresase a Madrid, volviendo a reproducir la estafa, pero al revés. Cuando sus sucios negocios se volvieron en su contra, se las arregló para cagar el muerto a su secretario, Rodrigo de Calderón, que fue juzgado y ejecutado públicamente.

Cuando el duque de Lerma fue destituido y sustituido por su hijo, Cristóbal de Sandoval y Rojas, duque de Uceda, que tampoco destacó por su moralidad. Consiguió ser nombrado cardenal por el papa Pablo V, evitando con ello ser procesado.

Años después, si fue procesado, eran los tiempos de la privanza del conde-duque de Olivares, y con Felipe IV en el trono. Sandoval fue condenado a pagar al fisco setenta y dos mil ducados anuales, más los atrasos de veinte años, los que duró su gobierno, por las rentas y caudales adquiridos durante su ministerio