LA BRONCA DE VALLE-INCLÁN
El bochorno y la vergüenza se lo llevó Margarita, pero los
ataques no eran contra ella, sino contra el autor de la obra. Ramón se la tenía
jurada desde que no contó con él para participar en la Exposición Universal de
Barcelona de 1929, y si había llamado a muchos otros autores teatrales y
periodistas. (Joaquín Montaner en ese momento era el secretario del comité
organizador).
La idea de Ramón María fue ir al teatro a reventarle la
obra. Después uno de los diálogos de Margarita Xirgu, el patio de butacas
aplaudió, un espectador se levantó y gritó: “¡Sí señor! ¡Muy bien!”. De repente
Valle-Inclán se puso de pie y gritó: “¡Mal, muy mal! ¡Lo ha dicho como una
cocinero del Llobregat!”. El público se quedó de piedra y Margarita, al
reconocer la voz de Valle-Inclán, se hundió y se puso a llorar en el escenario.
Los espectadores reaccionaron aplaudiendo a la actriz y lanzando gritos contra
don Ramón.
Como continuaba la bronca, entró la policía y le dijo a
Valle-Inclán saliera de la sala. Él dijo:
-¿Y usted quién es?
-Soy la autoridad- dijo el policía.
-¡De eso nada! En un teatro la única autoridad soy yo porque soy crítico… ¡Animal!
El policía tuvo que llevárselo a la fuerza entre los
aplausos del público, mientras Valle-Inclán gritaba:
-“¡Suelteme! ¡Arreste a los que aplauden!”.
Ramón María del Valle-Inclán acabó en comisaría. Al salir
libre, con un alegre suspiro dijo: -“Esta noche me siento con treinta años
menos”.
Sobre el incidente Margarita Xirgu comentó:
“Una noche en el Fontalba, yo estaba trabajando y él ocupaba
una butaca de platea. Cuando acabé uno de mis parlamentos, el público me
aplaudió y él ni se inmutó. De repente, un señor que estaba en su lado llamó:
"¡Sí, señor, muy bien"! Entonces, don Ramón se desmelenó y gritó:
"¡Mal, muy mal"! Yo me quedé de piedra, pues enseguida reconocí la
voz de don Ramón. Y me desmoralicé como una tonta. Me puse a llorar y el
público, al verme, reaccionó contra mi agresor, poniéndose en pies y
aplaudiéndome más fuerte todavía. Cuando regresé a mi camerino, mi traje, que
era de época, llevaba toda la pechera mojada de lágrimas. Benavente, los
hermanos Quintero, Arniches, acudieron todos y me decían que no lo tomara a
mal, que Valle-Inclán era así y que no había que darle más vueltas... A don
Ramón lo llevaron detenido por escandaloso. Eso me rompió el corazón. ¡Don
Ramón detenido por culpa mía! Pero lo soltaron enseguida... Por lo visto, en la
comisaría también se despachó a su gusto, diciendo cosas deliciosas…”
El 14 de noviembre de 1930, el diario “La libertad”
anunciaba que Margarita Xirgu y Ramón María del Valle-Inclán se habían
reconciliado.
1 comentarios :
Ramrock, si que era todo un personaje, donde iba la armaba. Un saludo.
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