20 de enero de 2014

LUISA ROLDÁN (LA ROLDANA)


Luisa Ignacia Roldán (1652-1706), conocida como “La Roldana”, fue una excelente escultora sevillana. Su padre, Pedro Roldán, era también escultor, y fue en el taller de su padre donde empezó a esculpir, desde muy niña demostró una habilidad poco frecuente. Pronto se convirtió en una alumna aventajada de su padre, que le enseñó dibujo y modelado. En poco tiempo fue la colaboradora más importante del taller de su familia.

En el taller conoció al que se convertiría en su marido, Luis Antonio de los Arcos. Luisa se casó en contra de la voluntad de su padre, rompió con su familia para siempre, y aunque siguió viviendo en Sevilla, nunca volvió a ver su padre. Después de la boda, tuvo que buscarse trabajo en otro sitio.

No se sabe cuántas obras salieron de sus manos a partir de ese momento, parece posible que se dedicara a esculpir imágenes que su marido pintaba y terminaba, para conventos, iglesias, cofradías o particulares. Las cosas les iban bien. En 1684, cuando llevaba 16 años casada, había tenido seis hijos, de los que sólo vivían dos, aceptaron el encargo, para la catedral de Cádiz, dos imágenes de los patronos de Cádiz y varias esculturas de ángeles, aceptaron y decidieron trasladar su residencia allí.

Dos años vivieron en Cádiz, no vuelven a Sevilla, se van a Madrid donde residía la corte. Ese era su fin, el reconocimiento para su obra de la nobleza madrileña, y prestar sus servicios a la Corona. Luisa trabajó en Madrid para algunas de las familias más importantes, ansiosas por tener obras de arte de Luisa Roldán.

En la corte se enteraron de la existencia de La Roldana, y ella se afanó en hacer algunas obras, con la intención de demostrar al rey y a la reina de su habilidad, y poder obtener la plaza de escultora real. El 15 de octubre de 1692, el rey le comunicó al Condestable de Castilla que daba a Luisa Roldan la plaza. Luisa recibió el nombramiento de escultora de cámara de Carlos II. Ninguna mujer había ocupado ese cargo hasta entonces. La Roldana cumplió a la perfección con los encargos reales.

A pesar de lo bien que le iban las cosas, su situación económica era desesperada. Los pagos por sus trabajos se demoraban y la Real Hacienda no pagaba. Mandó varis cartas a la reina doña Mariana suplicándole que le pagara para poder mantener a su familia.

En 1695 le fue concedida una asignación de cien ducados anuales. Puede ser que no se la hicieran efectiva, porque en 1697 vuelve a escribir pidiendo ropa para vestirse o cualquier tipo de ayuda. Se negó a pedir ayuda a su padre, y su marido y sus hijos tampoco hacían nada para salir de esa situación, sus hijos de 17 y 14 años no trabajaban, su marido tampoco. En 1698 Luis Antonio, el marido, solicitó un trabajo en el Palacio Real de Madrid.

En 1700 muere el rey Carlos II y pierde su cargo de escultora de cámara. Cuando toma el poder Felipe V, la Roldana pidió otra vez el puesto. Después de dos intentos, volvió a ser nombrada en octubre de 1701.

Murió en Madrid en el año 1704, cinco años después de su padre. Luisa Roldán fue la escultora más importante del Barroco español.

Algunas de sus obras y sus donde se encuentran:

  • Cádiz- Catedral Nueva de Cádiz: Ecce-Homo, San Servando y San Germán y ángeles pasionarios. 
  • Guadalajara- Museo Provincial de Guadalajara: San Joaquín, Santa Ana con la Virgen niña y Sagrada Familia con el Niño dando los primeros pasos. 
  • Móstoles- Ermita de Nuestra Señora de los Santos: Jesús Niño y San Juan Bautista. 
  • Madrid- Convento de las Descalzas Reales: Arcángel San Miguel. Convento de San Ildefonso de las Trinitarias (enfermería): Inmaculada. Colegiata de San Isidro: seis ángeles pasionarios en el retablo de la capilla del Cristo. 
  • Córdoba- Iglesia de San Francisco: Ecce-Homo.
  • Los Ángeles. The Getty Center: San Ginés de la Jara. 
  • Nueva York- Hispanic Society of America: Muerte o éxtasis de María Magdalena y Desposorios místicos de Santa Catalina.

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