LA HIGIENE EN DISTINTAS ÉPOCAS

Hoy en día consideramos normal la higiene y la limpieza corporal, forma parte de nuestra vida. No en todas las épocas ha sido así.

Moisés prescribió los baños a las mujeres en el séptimo día de la menstruación. No se sabe el motivo por el que Betsabé (una de las esposas del rey David) se bañaba. Los asirios construyeron los primeros baños públicos.

De todos los pueblos de la antigüedad, parece ser que el pueblo egipcio era el que más se preocupaba por su higiene personal. Se mandaban lavados obligatorios. Los sacerdotes debían lavarse tres veces durante el día y dos por la noche. La hija del faraón, Ramsés II, encontró a Moisés cuando se bañaba en el Nilo.

En las leyes de Manú (En la mitología hindú, Manu es el nombre del primer ser humano) se imponían dos lavados semanales con orines o boñigas de vaca (animal sagrado).

Los romanos generalizaron en España el uso de los baños y construyeron edificios para esos fines. Los árabes hicieron lo mismo, eran comunes las reuniones de personas que iban a bañarse, según Alfonso VI, rey de Castilla, León y Galicia eso extenuaba a las tropas y por ese motivo los prohibió y mandó destruir estos balnearios.

Una regla de conducta vigente en 1555 decía: “Es indecoroso y poco honesto rascarse la cabeza mientras se come y sacarse del cuello, o de la espalda, piojos y pulgas, y matarlas delante de la gente”. Los burgueses y aristócratas creían que la ropa interior blanca, limpiaba, el motivo era que impregnaba la suciedad como si fuera una esponja.

Durante el reinado de Luis XIV, el Rey Sol, los cortesanos tenían miles de piojos debajo de sus blancas pelucas. Las señoras de los siglos XVII y XVIII, escondían su olor a suciedad y sudor poniéndose perfume de olor fuerte y penetrante.