4 de enero de 2014

LA BRONCA DE VALLE-INCLÁN


El escritor Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936 protagonizó muchas anécdotas por su carácter impulsivo y su lengua viperina. El 27 de octubre de 1927 protagonizó una gran bronca. La trifulca sucedió en el Teatro Fontalba, en la Gran Vía de Madrid, se estrenaba la obra “El hijo del diablo” de Joaquín Montaner y como actriz protagonista Margarita Xirgu.

El bochorno y la vergüenza se lo llevó Margarita, pero los ataques no eran contra ella, sino contra el autor de la obra. Ramón se la tenía jurada desde que no contó con él para participar en la Exposición Universal de Barcelona de 1929, y si había llamado a muchos otros autores teatrales y periodistas. (Joaquín Montaner en ese momento era el secretario del comité organizador).

La idea de Ramón María fue ir al teatro a reventarle la obra. Después uno de los diálogos de Margarita Xirgu, el patio de butacas aplaudió, un espectador se levantó y gritó: “¡Sí señor! ¡Muy bien!”. De repente Valle-Inclán se puso de pie y gritó: “¡Mal, muy mal! ¡Lo ha dicho como una cocinero del Llobregat!”. El público se quedó de piedra y Margarita, al reconocer la voz de Valle-Inclán, se hundió y se puso a llorar en el escenario. Los espectadores reaccionaron aplaudiendo a la actriz y lanzando gritos contra don Ramón.

Como continuaba la bronca, entró la policía y le dijo a Valle-Inclán saliera de la sala. Él dijo:
-¿Y usted quién es?
-Soy la autoridad- dijo el policía.
-¡De eso nada! En un teatro la única autoridad soy yo  porque soy crítico… ¡Animal!

El policía tuvo que llevárselo a la fuerza entre los aplausos del público, mientras Valle-Inclán gritaba:
-“¡Suelteme! ¡Arreste a los que aplauden!”.

Ramón María del Valle-Inclán acabó en comisaría. Al salir libre, con un alegre suspiro dijo: -“Esta noche me siento con treinta años menos”.

Sobre el incidente Margarita Xirgu comentó:

“Una noche en el Fontalba, yo estaba trabajando y él ocupaba una butaca de platea. Cuando acabé uno de mis parlamentos, el público me aplaudió y él ni se inmutó. De repente, un señor que estaba en su lado llamó: "¡Sí, señor, muy bien"! Entonces, don Ramón se desmelenó y gritó: "¡Mal, muy mal"! Yo me quedé de piedra, pues enseguida reconocí la voz de don Ramón. Y me desmoralicé como una tonta. Me puse a llorar y el público, al verme, reaccionó contra mi agresor, poniéndose en pies y aplaudiéndome más fuerte todavía. Cuando regresé a mi camerino, mi traje, que era de época, llevaba toda la pechera mojada de lágrimas. Benavente, los hermanos Quintero, Arniches, acudieron todos y me decían que no lo tomara a mal, que Valle-Inclán era así y que no había que darle más vueltas... A don Ramón lo llevaron detenido por escandaloso. Eso me rompió el corazón. ¡Don Ramón detenido por culpa mía! Pero lo soltaron enseguida... Por lo visto, en la comisaría también se despachó a su gusto, diciendo cosas deliciosas…”

El 14 de noviembre de 1930, el diario “La libertad” anunciaba que Margarita Xirgu y Ramón María del Valle-Inclán se habían reconciliado. 

1 comentarios :

Ana DICE

Ramrock, si que era todo un personaje, donde iba la armaba. Un saludo.