ODED GOLAN Y EL OSARIO DE SANTIAGO

 

El coleccionista de antigüedades israelí Oded Golan apareció con una urna de piedra que decía ser el osario donde estuvo enterrado Jacob, hermano de Jesús. Esa afirmación la basaba en una inscripción que había a un lado de la urna en la que se leía “ya’akov Bar Yoshef Akhui di Yehshúah” (Jacob, hijo de José, hermano de Jesús). Si aquello era auténtico, sería el primer resto arqueológico de la familia del Mesías.

Se realizaron distintas pruebas a la urna y no había duda de que era del siglo I, de la zona y época donde vivió Jesús y, casi seguro, que pertenecía a la Tumba de los Diez Osarios, lo que reafirmaba más su autenticidad. Menos algunos científicos que no creían nada, casi todo el mundo lo dio por verdadero, incluso estaba expuesto en museos.

En 2004, Oded volvió a la palestra está vez con el descubrimiento de una losa del Templo de Salomón, del que no existe ninguna prueba material de que Tito lo arrasara en el año 70.

La pieza era muy antigua, pero algunos errores lingüísticos de la inscripción levantaron las sospechas. La piedra se sometió a un examen muy escrupuloso por parte de químicos y geólogos. Se descubrió en la superficie unos fósiles marinos microscópicos. No se sabe la ubicación exacta del Templo de Salomón, pero se conoce donde no estaba, en la costa desde luego que no, así que la piedra era falsa. Los especialistas descubrieron que para hacerla antigua, la recubrieron con una patina especial elaborada con base de piedra cogida en la costa.

Los mismos análisis le practicaron al osario de Jacob, descubriendo que la urna era auténtica y fue saqueada de la Tumba de los Diez Osarios, pero la inscripción había sido retocada. La primera parte “Jacob, hijo de José” era autentica, pero “hermano de Jesús” fue añadido más tarde y barnizado con la pátina especial para darle más antigüedad.

Después de algo más de siete años de juicio, fue absuelto del delito de falsificación y declarado culpable de tráfico irregular de antigüedades y condenado a pagar una multa de 30 000 shekel (unos 6200 euros) y a un mes de cárcel, como ya había estado en prisión preventiva antes del juicio, no tuvo que volver a la cárcel. En el año 2013, las autoridades de Antigüedades de Israel devolvieron a Oded Golan el osario de Santiago.