FISONOMÍA DE UN GASTRÓNOMO SEGÚN BRILLAT-SAVARIN

 

Según Jean Anthelme Brillat-Savarin los predestinados para la gastronomía tienen mediana estatura, cara redonda o cuadrada, ojos brillantes, frente pequeña, nariz corta, labios carnudos y barba redonda. Las mujeres son regordetas, más bien bonitas que hermosas y con alguna predisposición para volverse obesas. Las que son golosas tienen facciones más finas, aspecto delicado, son más lindas y se distinguen sobre todo por sus chistes picantes.

Según él, con estas señales se encontrarán personas amables entre los invitados, que aceptan todo lo que se les ofrece, que comen despacio y que saborean con reflexión. No se apresuran para retirarse del sitio donde han recibido distinguida hospitalidad. Allí se quedan por la noche, porque conocen los juegos y pasatiempos que son accesorios frecuentes de una reunión gastronómica.

Por el contrario, los que no tienen aptitud para los placeres del gusto, tienen cara, nariz y ojos largos, y aunque de estaturas diversas, siempre parecen prolongados a sus cuerpos. Tienen el pelo negro y aplastado, y siempre son flacos y enjutos. A estos debemos, siempre según él, la invención de los pantalones.