NECROFILIA EN EL ANTIGUO EGIPTO

 

La práctica de la necrofilia en el antiguo Egipto no era extraña ni aberrante, eso sí, no era legal ni socialmente aceptada.

Algunas fuentes indican que cuando las familias adineradas entregaban a una mujer fallecida a los embalsamadores ponían a una persona de confianza encargada de vigilar el cuerpo para evitar que fuera profanado. Herodoto cuenta que los egipcios acostumbraban a no entregar los cuerpos de las mujeres bellas a los embalsamadores hasta que, después de tres o cuatro días de la muerte, empezaba la putrefacción de la difunta.

Eso ocasionaba que el proceso de embalsamado no obtuviera los resultados que se esperaban, lo que podría ser causa de los peores resultados de conservación en las momias femeninas a las masculinas. Se cree que estas medidas se tomaban con según que mujeres, no era lo mismo el caso de una anciana de setenta años que una adolescente.

El origen de la necrofilia en Egipto se puede ver también en la mitología. Destaca el episodio en el que Isis copula con Osiris después de que este hubiera muerto, para lo que la diosa le proporcionó un pene artificial que sustituía al que Seth había arrojado a las aguas del Nilo.