ÁCAROS

 

Se han identificado más de 48 200 especies de ácaros. Son fuertes, para su tamaño, resistentes y muy adaptables al cambio, evolucionan con rapidez para explotar los distintos entornos con los que se han encontrado a lo largo de millones de años. Saben adaptarse tan bien a los cambios medioambientales de la Tierra que ya existían desde el Devónico temprano.

Viven en los climas más cálidos y más fríos y en un inmenso número de criaturas vivas. Esta adaptabilidad ha hecho que los ácaros muestren una diversidad sin igual, algo que se puede observar con el microscopio de electrones.

El ácaro del polvo común vive en los humanos y se alimenta únicamente de desechos orgánicos, como las escamas que se nos caen de la piel. florecen cuando el entorno es estable y hay un suministro de comida constante. El ácaro del polvo es diminuto, no se puede ver porque mide unos 420 micrómetros de largo y 320 micrómetros de alto. Se reproduce a gran velocidad; una hembra pone de 60 a 100 huevos en sus últimas 5 semanas de vida y soportan temperaturas entre 0 ºC y 60 ºC.

El ácaro del polvo está perfectamente adaptado a la vida en la Tierra actual, cuenta con un gran número de humanos y de casas en climas agradables. Los ancestros de estos ácaros evolucionaron para aprovechar la proliferación de los mamíferos y su adaptación fue muy rápida. El ácaro del polvo se ha demostrado que existe desde hace más de 400 millones de años.

El ácaro del queso vive en la comida, infesta quesos y otros alimentos. Se considera una plaga, estropea la comida y provoca asma cuando se respira su aire contaminado. Sin embargo, algunos ácaros se colocan deliberadamente en quesos como el Minolette para obtener el sabor adecuado.

El ácaro gorgojo vive en la cocina. Es muy común en graneros, molinos y cocinas. Se alimenta principalmente de cereales. Se reproduce muy rápidamente si las condiciones son adecuadas, pero si no lo son entra en una fase inactiva que le permite sobrevivir más de dos años.