MARTIN GUERRE O ARNAUD DU THIL
En el año 1539, Martin Guerre y Bertrande de Rols se casaron. La pareja, que vivía en Francia, tuvo un hijo y, en 1556, al ser acusado de un robo de grano, Martín desapareció sin dejar ninguna pista de su paradero.
En 1556 se presentó en el lugar un hombre completamente idéntico a él, de la misma estatura y las mismas facciones, incluidas una cicatriz en la frente, un defecto dental, una mancha en la oreja izquierda… Decía ser Martin Guerre.
Su mujer que no había podido casarse legalmente, se alegró, también su hijo, creyendo su historia. Le acogió en sus brazos y en su cama, todo fue maravilloso. Este individuo conocía muchos detalles de la vida de Martin y llegó a convencer a todos los vecinos, a su tío, y a sus cuatro hermanos.
Vivió tres años con su familia y tuvo dos hijas más, de las que solo sobrevivió una. Además reclamó la herencia de su padre, muerto durante su ausencia, e incluso empezó un pleito contra su tío por una parte de la herencia. El tío, que estaba casado con la madre de Bertrande viuda durante la ausencia de Martin, se volvió suspicaz, se supone que para no perder la herencia.
Él y su mujer intentaron convencer a Bertrande de que Martin no era Martin, ya que el verdadero había perdido una pierna en la guerra. Pierre intentó incluso asesinar al nuevo Martín, pero Bertrande se lo impidió.
En 1559, Martin fue acusado de incendio premeditado y de impostor. Bertrande permaneció a su lado y fue absuelto. Tres años después, gracias a las sospechas de Pierre, se supo que este Martin se llamaba Arnaud du Thil, alias “Pansette”, era de un pueblo vecino y tenía un asombroso parecido con Martín. Había sabido engañar a todo el mundo y sobre todo a la esposa de Martin. Su abogado defensor fue el escritor Michel de Montaigne.
De repente un día apareció el verdadero Martin con su pierna de madera. Durante el juicio, de los veinticinco a treinta testigos a quienes se citó, nueve o diez aseguraron que el impostor era Martin Guerre y siete u ocho que era Du Thil, y el resto no sabía.
Al final se resolvió el caso y el impostor fue colgado ante la casa del verdadero Martin. Al cabo del tiempo reconoció que había tenido la idea después de que dos personas le confundieran con su doble y había procurado saberlo todo sobre él, con la ayuda de dos cómplices. El verdadero Martin Guerre había ido a España para servir a un cardenal y después había ingresado en el ejército de Pedro de Mendoza, con el que participó en la campaña de Flandes y perdió la pierna en la batalla de San Quintín.
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