EL ORIGEN DEL MUNDO SEGÚN LOS SACERDOTES DE HERMÓPOLIS

La ciudad de Hermópolis fue el centro de culto del dios Thot, que se convertía en el alma universal asociada a la luna, por lo que concernía el orden y regulación del universo.

Uno de los títulos que posee Thot era el de señor de la palabra, por lo que su voz era la que generó el comienzo del génesis y la creación de cuatro pares de dioses que conforman el agua primordial: cuatro masculinos, con cabezas de rana, y cuatro femeninos, con cabezas de serpiente.

La primera referencia de la ógdoada se halla en los Textos de las Pirámides, en los que las ocho deidades primordiales son también conocidas como “las almas de Thot”.

La primera pareja son Num y Naumet que simbolizan las aguas primordiales, la segunda está formada por He y Heket que representan el espacio ilimitado, la tercera está conformada por Kuk y Kauket que aluden a las tinieblas o la oscuridad, y Nia y Niat que personifican la invisibilidad y lo oculto.

Los ocho dioses crearon el huevo cósmico del que sale el dios Re como pájaro que anuncia la creación del universo. Existe una segunda variante en la que el huevo es sustituido por una flor de loto, en cuyo interior está Re como niño divino, que sustituye a Thot en la creación del mundo, pero no es independiente de Thot, ya que Re encarna su corazón, su mente, la lengua y la razón.