MACARRONES

Según las viejas crónicas, el verdadero inventor de los macarrones fue un sabio alquimista llamado Cicha, durante el reinado en Nápoles y Palermo de Federico de Suabia. El inventor no supo aprovechar su invento y fue una mujer, llamada Jovanella de Cancio, la que lo explotó y se llevó la fama.

Tanto éxito tuvo el nuevo manjar de macarrones a la italiana, a tanto llegó su fama, que Federico de Suabia quiso probarlos; le gustaron, se quedó encantado, al igual que la familia real y los cortesanos, de esa manera, los macarrones quedaron consagrados. Pronto se conocieron en Nápoles, rápidamente en Italia entera y al final en todo el mundo.

En Francia, los macarrones los dieron a conocer Catalina de Médicis y su séquito florentino, cuando vino a casarse con el futuro rey enrique II, pero no tuvieron éxito.

En España, parece ser que los trajeron las huestes que combatían en Italia y los gobernantes que vinieron luego, sobre todo los príncipes de la Casa de Nápoles que eran Borbones y que habitualmente entroncaban con nuestros reyes.