REINO ANIMAL-3
Los camellos vagaron por el Oeste Salvaje, después de
desembarcar en Texas una expedición conjunta del ejército y la marina con 34
camellos, para poner a prueba su utilidad en el desierto norteamericano; un
proyecto predilecto de Jefferson Davis, quien después llegó a ser Presidente de
la Confederación, Secretario de Guerra en el gabinete de Franklin Pierce,
décimo cuarto presidente de los Estados Unidos entre los años 1853 a 1857. El
proyecto fracasó, y los camellos terminaron en una variedad de empleos civiles,
incluyendo las carreras. Un camello puede ganar a un caballo por un cuarto de
milla en una carrera corta.
El oso gris puede correr tan rápido como un caballo.
Un perro lazarillo, o cualquier perro entrenado para guiar a
los ciegos, no puede distinguir una luz verde de una roja. Cuando conduce a su
amo a través de la calle, observa el flujo del tráfico para saber cuándo puede
cruzar con seguridad.
Los europeos llamaron una vez a un animal camelopardo,
pensando que sus padres eran un camello y un leopardo. Hoy se la conoce como
jirafa.
Los caballos no fueron empleados para trabajos de
agricultura hasta el siglo XII, porque el arnés de pecho utilizado desde los
tiempos romanos era ineficaz. El invento del arnés de brazuelo, la collera, les
permitió tirar de un peso mucho mayor y por lo tanto, de aperos agrícolas.
Los murciélagos son los únicos mamíferos capaces de volar,
únicamente puede hacer lo mismo que la zarigüeya planeadora, planear a través
de distancias cortas.
Han sido adiestrados chimpancés para contar con vocabularios
de reconocimiento de 100 a 200 palabras. También son capaces de distinguir
entre diferentes modelos gramaticales.
El chita, el mamífero más rápido del mundo, corre a una
velocidad máxima de 97 a 101 kilómetros por hora. Su índice de aceleración, del
paro total a una velocidad de 72 kilómetros por hora en 2 segundos. Solamente
puede sostener su velocidad máxima alrededor de 275 metros antes que el
agotamiento le obligue a abandonar la cacería.
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