ESPÁRRAGOS

Los griegos de la antigüedad lo comían y apreciaban. Los romanos sentían verdadera pasión por los espárragos y le dedicaban delicados cuidados, siendo el que procedía de Rasena el de más fama. Plinio menciona tres espárragos que llegaron a pesar una libra, y Catón, en su obra “Re rustica” lo menciona, siendo el vegetal a quien dedica más páginas. Desde tiempo inmemorial el espárrago se ha cultivado en Asia y Europa.

Se conocen más de cuarenta variedades. En algunas regiones de España, Italia y Francia se da el espárrago silvestre.

Las variedades más conocidas son los blancos, los verdes y los morados. En España los más “famosos” son los de Navarra, Tudela y los de Vizcaya, Deusto. En Francia los de más fama son los de Argenteuil y Aubervilliers, en Bélgica, los de Malinas.

El cultivo del espárrago exige muchos cuidados, mucho abono y mucha paciencia: tardan tres años en dar su fruto. A partir de los tres años seguirá dando excelentes cosechas hasta por lo menos quince años.