EL CERDO EN LA EDAD MEDIA

El cerdo cobro una gran importancia en las costumbres alimenticias de toda Europa en la Edad Media. Cuidar cerdos en el bosque y alimentarlos con bellotas o castañas era la tarea principal de muchos campesinos. Solían levantar un corral alrededor de un árbol (bellotero o castaño) que les proporcionaba alimento, cuando se acababa, se cambiaban de árbol.

Tan importantes eran los cerdos, que en ocasiones se utilizaba el número de ellos para medir la extensión de un bosque. En un censo del siglo X se clasifica un bosque diciendo que hay distribuidos 1 672 marranos.

El oficio de pastor de cerdos era muy apreciado. Existía una categoría superior que erala de magister porcarius (maestro jefe de los pastores de cerdos), eran considerados del mismo nivel que un maestro artesano. Él era el jefe de los pastores y sus ayudantes. A pesar de ello, eran siervos y, cuando se donaba una parcela, ellos también eran traspasados con ella.

Cuando llegaba la hora de las matanzas se aprovechaba todo. Las morcillas eran muy apreciadas que se reservaban al clero y la nobleza, igual que el botellus o botillo de El Bierzo. Para las clases inferiores quedaban los menudillos, la manteca de cerdo, conocida como unto.