ALFA Y OMEGA

Estas dos letras griegas son portadores de un significado emblemático, siempre aparecen asociadas con el principio y el fin. El simbolismo de ambas letras contiene una especie de clave del universo. Se cree que el propio cosmos aparece encerrado entre los límites acotados por ambos signos.

Desde la antigüedad se ha considerado el tándem de las dos letras como un único símbolo que representa la totalidad del tiempo. En los libros sagrados de los cristianos, concretamente en el Apocalipsis, se citan con frecuencia ambas letras, en referencia a su identidad con todo lo relacionado con lo trascendente.

El propio Yahvé sería un símbolo del principio y el fin, y se identificaría con todo el sentido que de ambos términos procede. También se asocia con cierta frecuencia a la expansión del espacio y su propia extensión.

El filósofo Teilhard de Chardin da en sus escritos a ambos signos, el significado anterior. Nos habla de una especie de espiritualización de los seres y de la conciencia, lo que se llama punto omega del universo, que es la meta a la que se debe extender el desarrollo del mundo.