DESCRIPCIÓN DE CAYO JULIO CÉSAR
En la obra de Suetonio (70 d. C.-140 d. C.) Vida de los doce
césares se cuenta una descripción muy detallada de Cayo Julio César (100 a. C.-44
a. C.).
“Dícese que su estatura era elevada, blanca la tez, bien
conformados los miembros, cara redonda, ojos negros y vivos, temperamento
robusto, aunque en sus últimos tiempos sufrió repentinos desmayos y terrores
nocturnos que le turbaban el sueño. Dos veces también experimentó ataques de
epilepsia en público.
Daba mucha importancia al cuidado de su cuerpo, y no
contento con que le cortasen el pelo y afeitasen con frecuencia, hacíase
arrancar el vello, según le censuraban y no soportaba con paciencia la calvicie
que le expuso más de una vez a las burlas de sus enemigos. Por eso se atraía la
frente el escaso cabello de la parte posterior, y de cuantos honores le
concedieron el pueblo y el Senado ninguno le fue tan grato como el de llevar
constantemente una corona de laurel.
Cuidadoso era también de su traje. Usaba laticlavo
guarnecido de franjas que le llegaban hasta las manos, poniéndose siempre sobre
esta prenda el cinturón muy flojo. Esta costumbre hacía decir frecuentemente a
Sila, dirigiéndose a los nobles: “Desconfiad de ese joven tan mal ceñido”.
Diestro en el manejo de las armas y caballos, soportaba la fatiga
más de lo que pueda creerse, precedía al ejército, unas veces a caballo y con
más frecuencia a pie. Salvaba largas distancias con increíble rapidez, sin
equipaje, en un carro de alquiler, recorriendo de esta manera hasta cien millas
por día; si le detenían ríos, los pasaba a nado o sobre odres henchidos.
Montaba un caballo singular, cuyos cascos parecían pies
humanos, estando rasgados a manera de dedos; caballo que había nacido en su
casa, por cuya razón lo crió con cuidadoso esmero, encargándose él mismo de
domarlo, elevándole más adelante una estatua del templo de Venus Genetrix”.
0 comentarios :
Publicar un comentario