24 de marzo de 2016

EL ALMA


El alma ha tenido y tendrá distintos significados para los distintos pueblos y culturas.

En algunas tribus de Mesoamérica, sobre todo entre los mayas, existían unas tradiciones relacionadas con el alma del difunto, cuando alguien moría, celebraban un rito que consistía en poner el cuerpo del fallecido en una posición favorable para que su alma se liberase y escapase por la boca.

Algunas tribus de cazadores indios del Canadá consideraban al alma como una sombra, indicio, luz y destello que salía por la boca. Los indios de Sudamérica asociaban el alma con lo etéreo y lo volátil.

Para los griegos, el alma ocupaba parte de las reflexiones de los pensadores de la época, se la tenía como algo superior del cuerpo, que no se podía contaminar ni unir con lo sucio representado por las pasiones o los placeres del cuerpo.

Para los egipcios el alma era una especie de doble vida (Akh) que se encontraba en el interior de la persona, gracias a eso, podían vagar por los mismos lugares que los propios muertos visitaron y ocuparon en vida.

En Siberia existía la creencia de que tanto animales como hombres poseían varias almas, y la asociaban a la sombra que ellos mismo proyectan.

Entre los esquimales el alma era considerada como cargada de misterio y siempre se encontraba presente en los ritos funerarios. Entre los turcos y los mongoles creían que el alma que se encontraban separada y alejada del cuerpo.

Los caribeños creían que había un alma en la cabeza, otra en el corazón y otras más en todos los lugares del cuerpo donde sentían latir una artería. Entre los indios Hidatsa creían que el hombre tenía cuatro almas y que escapan del cuerpo a la vez, sino una tras otra, no siendo completa la disolución hasta que las cuatro han salido.

0 comentarios :