2 de marzo de 2016

LOS AMANTES MARIPOSA (LEYENDA CHINA)


En Shangyu, al noroeste de Zhejiang, China, vivía la hermosa joven Zhu Yingtai, única chica de nueve hermanos, hija de una familia noble, los Zhu. Después de mucho insistir, logró convencer a su padre que la dejara ir a estudiar a Hangzhou, pero lo extraño es que quería ir disfrazada de hombre.

Durante su estancia en la escuela, conoció a Liang Shanbo, un estudiante de Kuaiji (hoy Shaoxing), una ciudad de su misma provincia. Desde el principio parecía que se conocían desde siempre. Durante los tres años que duraron sus estudios, compartieron la misma habitación, hasta compartieron la cama, ya que solo había una.

Yingtai poco a poco se enamoró de Shanbo. A pesar de estar siempre juntos, él muy despistado, no se dio cuenta de que su compañero y gran amigo es una chica. A los tres años, ella recibió una carta de su padre, que le pedía que vuelva a casa rápidamente. Se despidió del muchacho y empezó a prepararse para irse.

Yingtai sabía que siempre amaría a Shanbo. Así que antes de irse, le contó a la esposa del director de la escuela, su verdadera identidad y le pidió que le entregase a él su colgante de jade como regalo.

Shanbo acompaño a su amigo durante 18 millas hasta que se despidieron. Durante su viaje de despedida, ella intentó explicarle su secreto, pero él no se dio por enterado. Finalmente ella tuvo una idea, le diría a Shanbo que hará de casamentera entre él y su hermana inventada. Antes de despedirse, Yingtai le recordó a Shanbo que debía visitarle en su casa y así podría pedir en matrimonio a su hermana, que era ella misma.

Cuando Shanbo fue a visitar a Yingtai descubrió quien era ella en realidad, en ese mismo instante, se dieron cuenta de que estaban enamorados y que si no podían vivir juntos, morirían juntos. Ella le cuenta que sus padres la obligan a casarse con Ma Wencai, un viejo y rico caballero.

A Shanbo se le rompió el corazón. Se puso enfermo hasta que murió en su oficina de magistrado del condado.

El día en que Yingtai se iba a casar con Ma Wencai, el viento la llevó hasta la tumba de Shanbo. Delante del sepulcro, llorando desconsoladamente, pidió a la tumba que se abriera.

De repente, se oyó un trueno y la tumba se abrió. Yingtai saltó dentro para reunirse con su amado. Los espíritus de Shanbo y Yingtai se convirtieron en dos bellas mariposas que salieron de la tumba volando juntas, para siempre, sin nada ni nadie que les separase.

0 comentarios :