ASPIRANTES A MAGO EN EL ANTIGUO EGIPTO

La magia es una inquietud que viene desde muy antiguo, en el Antiguo Egipto los poderes del mago no sólo estaban relacionados con la ciencia, la espiritualidad era la función más importante que debía tener un mago, para ello era preparado desde el primer momento.

Los aspirantes debían pasar multitud de pruebas que no dependían sólo de sus conocimientos, sino también de sus aptitudes. La intuición y el valor eran las cualidades más importantes, y tenían que demostrarlas si querían llegar a ser iniciados.

El mago era un hijo destacado de Isis, la gran diosa madre, por eso podía percibir las energías que nos rodean, entendiendo que todo lo que ocurre en la Tierra tiene una versión en el Más Allá. Las fuerzas que nos rodena están en equilibrio, pero los desajustes se deben arreglar.

En el momento de curar una enfermedad no bastaba, decían, con administrar una pócima, el que la suministraba tenía que actuar también en los mundos paralelos, pues era allí donde se habían producido los desarreglos que causaban la dolencia física.

Para arreglar esos desajustes, era imprescindible el poder de la palabra, ya que mediante ella se comunicaban los hombres con los dioses. Además las palabras encerraban la esencia de todas las cosas. Era tanta la fe en esa creencia que cuando los egipcios salían de su patria nunca pronunciaban su verdadero nombre, ya que pensaban que los extranjeros podían hacerse con su alma mediante hechizos si conocían su nombre.

En las ceremonias de iniciación, en la que se declaraba mago al iniciado, éste guardaba silencio frente a sus maestros, con la espalda encorvada como señal de respeto. En estos ritos, el adepto se identificaba con los cuatro puntos cardinales, de esa manera se fusionaba con la energía que nos rodea.

La enseñanza de los conocimientos venía más tarde, ya que todo puede ser aprendido, salvo las cualidades para ser escuchado por los dioses. En esas ceremonias, el iniciado se enfrentaba por primera vez a los demonios (se cree que consumían drogas), la única forma de vencerlos era con confianza en uno mismo.

Otro elemento muy importantes en las ceremonia de iniciación eran los sellos y amuletos. Los sellos reales eran utilizados desde la primera dinastía, en ellos aparecían signos sagrados. Los amuletos también eran esenciales, el mago no era considerado como tal hasta que no le eran impuestos los amuletos de Heliópiolis, la ciudad sagrada del sol y de la magia.

AMULETOS Y OBJETOS SAGRADOS