DISTINTAS ÉPOCAS, DISTINTAS MODAS

En el siglo XIV, en Francia, Felipe el Hermoso prohibió que condes, duques, barones y sus esposas, tuvieran más de cuatro prendas de vestir; las mujeres solteras podían tener sólo un vestido, a menos que hubieran heredado castillos.

En cambio, los zapatos no se mencionaban en la prohibición, al contrario, eran un símbolo de elegancia. La poulaine, era un zapato que su punta medía 60 centímetros para los príncipes y los nobles, 30 centímetros para las personas ricas, pero de grado inferior, y sólo 15 centímetros para los plebeyos. Estos zapatos resultaron un peligro entre los cruzados franceses en la batalla de Nicópolis (1396), cuando tuvieron que cortarles las puntas para poder huir.

En Europa, las damas introdujeron la moda de llevar pararrayos en sus sombreros y con un alambre a tierra. Esta novedad empezó después de que Benjamín Franklin hiciera públicas las instrucciones, en su almanaque, para confeccionarlos.

Durante el Renacimiento, se aprobaron unas leyes que dictaminaban que modas no podían ser utilizadas por las clases inferiores, con eso pretendían conservar las diferencias sociales. La reina Isabel de Inglaterra no permitía que la gorguera fuese usada por plebeyos. En Florencia, el uso de botones de ciertas formas y materiales, estaba prohibido a las mujeres de clase baja.

En 1418, los tocados de las mujeres eran tan altos, que las entradas del castillo real de Vincennes, en Francia, por orden de la reina tuvieron que ser elevadas, para permitir que las damas de la corte pudieran pasar sin necesidad de inclinarse.

A finales del siglo XV, los zapatos para hombres tenían la punta cuadrada, como el pico de un pato. Los puso de moda Carlos VIII de Francia para ocultar el defecto de uno de sus pies, tenía 6 dedos.

Durante el Renacimiento se volvió a poner de moda el uso del pañuelo, que ya había sido utilizado por los romanos, que usaban dos; uno en la muñeca izquierda y el otro metido en la cintura o alrededor del cuello. En el silgo XV, permitieron el pañuelo solamente durante una época y, únicamente a la nobleza. Había unas leyes especiales, sobre su uso.