LA BODA DE MARGARITA DE HABSBURGO Y JUAN DE ARAGÓN
Como era normal en el siglo XV, los matrimonios solían ser convenidos por intereses de todo tipo. Así se concertó el matrimonio entre Margarita y Juan de Aragón (1478-1497), hijo de Fernando e Isabel de Castilla, los Reyes Católicos. En 1496, se concertó el matrimonio, que se celebró por poderes, sin que los novios se hubiesen visto en su vida.
En marzo de 1497, Margarita desembarca en Santander y el 3 de abril, se celebra la boda en la Catedral de Burgos. El cardenal Cisneros, fue el encargado de celebrar la boda. Don Juan tenía dieciocho años, Margarita diecisiete.
El encuentro amoroso entre el joven matrimonio fue explosivo y durante varios días no aparecieron por los salones en donde se celebraba su matrimonio. Los sirvientes dejaban las bandejas de comida a la puerta de la habitación y la retiraban con la misma discreción.
Pasado un tiempo, era de esperar que esa fogosidad se hubiera calmado un poco, pero no, Margarita había descubierto los placeres sexuales y se entrego a ellos con devoción, don Juan era un buen amante, pero su resistencia física, después de tantos días, se empezaba a resentir.
En septiembre de 1497, los príncipes visitaron Salamanca. Durante su estancia, don Juan enfermó gravemente y el día 4 de octubre, seis meses después de haber contraído matrimonio, hizo testamento. Se declaró: “enfermo de mi cuerpo e sano de mi seso e entendimiento cual Dios me lo dio”. Tres días después murió. Se corrió la voz de que fue el sexo excesivo el que lo mató. Seguramente fue alguna enfermedad como la tuberculosis, la que provocó su muerte.
Margarita, embarazada a la muerte de su marido, parió un niño muerto. Volvió a su tierra, donde contrajo matrimonio con el duque Filiberto de Saboya.
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