LOS PRIMEROS HOSPITALES

El primer hospital fue fundado en la isla de Tiberina, ubicada en el río Tiber. En esa isla, lo romanos habían levantado el templo de Esculapio, que hasta ese momento servía para abandonar a los esclavos viejos o enfermos. Con el tiempo la isla pasó a ser lugar de refugio para pobres que estaban enfermos. Allí se les cuidaba, de esa manera, el templo pasó a convertirse en una especie de hospital.

Cuando se instauró el Cristianismo, entonces llegó la verdadera fundación para auxilio de enfermos. Eran las iglesias las que se encargaban del mantenimiento y cuidados de los enfermos, todo ello sufragado con las limosnas.  Hacia el año 580 nació en Occidente el primer hospital, casi como lo conocemos hoy.

Cuando Constantino trasladó la sede imperial de Roma a Bizancio o Constantinopla, mandó abrir un hospicio para los peregrinos y extranjeros que visitaban Tierra Santa. El edificio fue construido sobre el modelo del hospicio que Hircano había levantado en Jerusalén en el 150 antes de la era cristiana. Desde entonces se extendió la apertura de hospitales por todo el mundo.

Los grandes señores tenían sus propios hospitales, que ellos mismos mantenían.