AZUL, ROJO Y BLANCO

Azul-Está considerado como un color de naturaleza fría. Representa lo inmaterial y la grandeza del espacio, simboliza la distancia, el olvido. Se le considera transparente como el agua. Algunas culturas piensan que cura los maleficios de los enemigos.

Los egipcios vestían a sus reyes con adornos de color azul. Para los simbolistas significa los espiritual y etéreo. También simboliza la entereza y el cumplimiento de la palabra dada. Si el tono de azul es oscuro, significa lo profundo y lo incierto de la vida.

Para los pueblos africanos, el color azul es un signo de lo femenino, nace del color almagre (pigmento utilizado en pintura, alfarería… su tono es rojo), que representa a lo masculino. En alquimia se le relaciona con la fuerza de la luz y el fuego. Con virtudes purificadoras.

Rojo-Considerado un color de naturaleza cálida. Simboliza todo lo relacionado con la vida y con la pasión. También se le asocia con la destrucción y la muerte. El color rojo se ha utilizado desde siempre para subir la energía vital, además se pensaba que sus destellos protegían a las personas de cualquier daño.

Para los egipcios simbolizaba todo lo dañino y destructivo. Para los romanos, significaba el poder y la gloria. Para los alquimistas simbolizaba. Los tres estados en los que con frecuencia se encuentras los seres humanos, y a los que nadie puede escapar, sufrir, superarse y administrar afecto.

Blanco-Está considerado como un símbolo de cualidad clara y naturaleza cálida. Simboliza lo primero y lo último. En Oriente cuando se hacían ofrendas de animales, éstos se cubrían con una tela de color blanco. En Occidente se le ve representado en determinadas liturgias relativas al nacimiento y a la unión entre cónyuges. También puede simbolizar la destrucción y la muerte, entre los pueblos de Oriente se le identifica con el luto.

En algunos territorios de la India, ciertas castas identifican el color blanco con el lugar paradisíaco al que un día volveremos a causa de nuestra inocencia; el blanco según ellos, simboliza la ausencia de malicia. Para los alquimistas representa la apertura de luz, la subida en una misma dirección y la comprensión de los contrarios.