LAS DEFENSAS DE LAS PLANTAS
Las plantas recurren a venenos y sustancias químicas para
evitar que los animales se las coman. Para impedirlo emplean diferentes formas
de defensa, desde hacer que la hoja sea difícil de comer por su textura, hasta
cubrirla de pelillos para evitar que se posen los insectos. En otros casos, las
plantas tienen pinchos o espinas.
Algunas de ellas tienen sustancias en sus hojas que no son
comestibles e incluso, son venenosas para los animales. Otras se camuflan
imitando el aspecto de las venenosas y así evitan ser dañadas. Algunas de estas
plantas avisan a sus vecinos de un ataque, un ejemplo curioso es el de la
acacia africana que produce sustancias venenosas y gas etileno. El etileno
alerta a las acacias en un radio de 45 metros, que empiezan a producir veneno
por si acaso también son atacadas.
Algunas maneras de defenderse:
Hojas con pinchos-Tener hojas duras y puntiagudas puede
hacer desistir a muchos animales. Las hojas de la parte superior no suelen
tener pinchos, pero si algún animal se las come, las nuevas hojas si los
tendrán.
Hojas silíceas- Muchas hierbas de la pradera, tienen en los
filos de sus hojas una fila microscópica de hojas silíceas muy afiladas.
Camuflaje- Algunas plantas tienen hojas que parecen piedras
pequeñas, ayudando a ocultarlas de animales en busca de alimento y humedad.
Pinchos- En los cactus, el tallo es verde, sus hojas son
especialistas en convertirse en pinchos y eso mantiene alejados a los animales
y además protegen el agua almacenada en el tallo.
Espinas- La labor de las espinas es pegarse a la vegetación próxima
para proteger a la planta. Es el caso de las moras.
Insectos guardianes- Algunas acacias tiene glándulas que segregan
un néctar que atrae a las hormigas. Les suministran de espinas huecas para que
aniden. Las hormigas defenderán estos recursos ante cualquier amenaza.
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