EL INTENTO DE ASESINATO A LUIS XV
El 5 de febrero de 1757, el rey Luis XV de Francia (1710-1774),
fue víctima de un intento de asesinato, cuando subía a su carruaje, el culpable,
que se abalanzó sobre el rey con la intención de asesinarlo, fue el ex soldado Robert
François Damiens (1715-1557).
No lo consiguió porque su navaja, de dos filos y ochenta y
un milímetros, estaba desafilada, y gracias a que el rey, debido al frío,
llevaba muchas capas de ropa y eso ayudó a amortiguar los navajazos.
El homicida fue detenido y torturado. Se le aplicaron en los
pies, unas pinzas al rojo vivo que le quemaron el talón de Aquiles, él no
habló. La noche del 17 al 18 de enero, fue llevado a la Conciergerie, allí
intento suicidarse cortándose los genitales, no lo consiguió, y como castigo le
ataron los pies y las manos con correas de cuero a su cama.
El proceso por el intento de asesinato se abrió el 12 de
febrero, Damiens fue condenado a muerte. El 28 de febrero se cumplió su
condena, que fue así:
El tormento duró horas, ante el terror de los espectadores.
Fue torturado con tenazas al rojo vivo; su mano, sujetando el cuchillo que
había usado en su intento de asesinato, fue quemado con azufre; sobre sus
heridas le tiraron vera derretida, plomo y aceite hirviendo.
Después de varias horas de agonía, lo dejaron en manos de
Charles-Henri Sanson, el verdugo real, y ayudado por dieciséis asistentes, el
pavor siguió:
Le ataron caballos a sus brazos y piernas, las extremidades
del reo no se separaron fácilmente, después de algunas horas más, le cortaron los
ligamentos con un hacha. Después de un nuevo tirón de los caballos, Damiens fue
desmembrado y su torso, todavía vivo, según contaron los testigos, fue arrojado
al fuego.
El 29 de marzo la casa natal del asesino fue destruida con
la prohibición de volver a construirla. Su esposa, su hija y su padre fueron
expulsados del reino, bajo pena de muerte inmediata en caso de volver.
La ejecución fue presenciada por Giacomo Casanova, en sus
memorias, la mencionó:
“Tuvimos el valor de presenciar la espantosa visión durante
cuatro horas… Damiens era un fanático que, con la idea de hacer una buena obra
y obtener la recompensa celestial, había tratado de asesinar a Luis XV; y
aunque el intento fue un fracaso, y solo produjo en el rey una leve herida, fue
arrancado en pedazos como si el crimen hubiera sido consumado… En varias
ocasiones me vi obligado a apartar la cara y taparme los oídos mientras oía sus
desgarradores alaridos, después de que la mitad de su cuerpo se hubiera
separado de él…”
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