LA TUMBA DE JIMI HENDRIX
James Marshall Hendrix, conocido como Jimi Hendrix, murió en el año 1970 en Londres, solo tenía veintisiete años, como muchos músicos de la época murió por sobredosis. Lo enterraron en el cementerio de su ciudad natal, Seattle, Estados Unidos, fue enterrado en una tumba en tierra, en su lápida, muy sencilla, había grabada una guitarra y la frase: “Siempre en nuestros corazones”.
En 2003, fue trasladado a un mausoleo en el mismo cementerio. La exhumación y el nuevo entierro vino con problemas, su hermano, que estaba peleado con el resto de su familia, estuvo rezando y llevando flores durante varios días en la antigua tumba, vacía desde el traslado, nadie se lo comunicó.
El problema entre la familia venía ocasionado por la herencia de Jimi, que dejó como heredero a su padre, encargado de administrar la herencia hasta 1995. El hermano de Jimi, León y su hermanastra Janie, debían recibir la herencia, pero el padre traspasó la administración del legado a Janie, mientras que León se llevó como herencia un disco de oro de Jimi.
Janie ha montado un verdadero negocio con todo lo relacionado con Jimi. Se vende todo lo vendible con la imagen del guitarrista. Como la tumba le parecía poco, compró un espacio en el cementerio y empezó la construcción de un mausoleo rodeado de gradas.
Un día antes de que Jimi hubiera cumplido sesenta años, los restos fueron trasladados en secreto al nuevo mausoleo, que todavía estaba a medio construir. No avisó a León del cambio y él continuó visitando la tumba vacía. Cuando se cansó, acudió a los tribunales y pidió una indemnización súper millonaria por daños morales. No consiguió nada.
En la actualidad, Jimi Hendrix descansa bajo un templete de granito de doce metros de altura que se aguanta por tres columnas. Allí reposa junto a las cenizas de su padre, de su madrastra y de su abuela, que le crio.
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