FRANZ JOSEPH GALL Y LA FRENOLOGÍA
Suponía que las facultades afectivas e intelectivas, treinta y dos, vivían en un lugar preciso de la corteza cerebral y se podía observar su desarrollo por los abultamiento del cráneo.
Además, mediante el estudio de la forma y estructura del cráneo humano y de sus zonas, algunas sutiles como la codicia, la amistad, el orgullo, el talento, el amor o la firmeza, estarían más o menos desarrolladas en cada individuo, sería posible determinar el carácter y los rasgos de la personalidad, incluidas los instintos asesinos.
Gall empezó a vender su tratamiento para leer la personalidad. Tanto éxito tuvo que se formaban largas colas en su consulta.
En los círculos médicos y científicos nadie se creyó nada de sus teorías. Pronto se convirtió en objeto de risas y críticas. A pesar de la falsedad de su teoría, Gall es considerado uno de los más grandes anatomistas del cerebro, precursor en las investigaciones cerebrales y fundador de la psicología como una ciencia biológica.
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