SAN BRANDÁN EN EL PARAÍSO TERRENAL

San Brandán (484 d. C-577 d. C.)  fue uno de los grandes viajeros en la época celta. Durante siglos sus relatos apócrifos de sus viajes apasionaron a los lectores medievales. Las distintas versiones de la Navegación de san Brandán (Navigatio Sancti Brandani) son de entre los siglos IX y XIV, las copias de manuscritos aumentan a partir del siglo XII y se difunden por toda Europa. Según cuentan descubrió la Isla de las Maravillas, es decir, el Paraíso terrenal.

Hacia el 506, San Brandán, un hombre libre nacido en Irlanda en el 484 d. C., y ordenado sacerdote en el año 504, vivía en el país de Gales.

Quince años después, realizó junto a su pequeña tripulación su primer viaje hasta Islandia a bordo de una embarcación llamada coracle. En uno de sus viajes a la isla, considerada la antesala del Paraíso, divisa por primera vez, la capa de hielo que cubre el océano polar y los icebergs.

En el año 527, está vez acompañado por otros dos coracles y si tripulación correspondiente, llega a las islas Canarias, las islas de la Fortuna de los antiguos, después toma rumbo hacia mar afuera. Poco después, las coracles se enfrentaron a una terrible tormenta que hundió a dos de ellas con la tripulación y el cargamento. Brandán y los supervivientes volvieron a casa sin cumplir sus objetivos.

Quince años más tarde, entre el 544 y el 545, Brandán que ya tenía sesenta años y vivía en Bretaña, emprendió una nueva expedición. Esta vez en un navío de madera, un pontón, y después de hacer escala en las Canarias, se lanzó a la conquista del Atlántico. Unos días después, el barco llegó a una gran isla tropical. La descripción de la isla y de la corriente marina que la rodea, hacen pensar que podría ser Cuba.

Brandán desembarcó ahí y se estableció durante un tiempo, luego volvió a Bretaña, a la que llega dos años después de su partida. Los textos afirman que había pisado el suelo del Paraíso terrenal.