EL QUIJOTE, UN BEST SELLER DE SU ÉPOCA

Desde el mismo momento que la primera parte del ingeniosos hidalgo don Quijote de la Mancha  se publicó, en 1605, (la segunda parte se publicó en 1615) el público de media Europa reconoció su talento como escritor, haciendo del Quijote un verdadero best seller de su época, que interesaba tanto a gente analfabeta como a personas cultas.

Después de su publicación, ya se preparaban dos ediciones piratas en Lisboa, fue al mismo tiempo en que salía la segunda edición en la imprenta de Juan de la Cuesta. En esas mismas fechas, un gran número de ejemplares se cargaron en Sevilla a bordo de los barcos que partían a las Indias.

Don Quijote y Sancho, en tan solo unas semanas, formaban parte de los cortejos, fiestas y comparsas de toda la península.

El éxito en el resto de Europa también fue inmediato. El castellano era una lengua importante, circulaban ediciones del texto original, algunas editadas en Milán o Bruselas. Enseguida se editaron obras traducidas: al inglés en 1612, al francés en 1614, al italiano en 1622, más tarde al holandés, ruso, o alemán.

Ni siquiera ese gran éxito lo sacó de la miseria, fue engañado por su editor, pirateado y burlado. Cervantes siguió viviendo en pésimas condiciones.

En los últimos meses de vida, con una enfermedad que terminó con él, puede que por hidropesía, tal vez por diabetes o por cirrosis hepática a los sesenta y nueve años.

Tres días antes de morir, Cervantes le escribió una dedicatoria del libro “Los trabajos de Persiles y Sigismunda” al conde de Lemos, decía así: “Ayer me dieron la extremaunción y hoy escribo esta. El tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan y, con todo esto, llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir”.